Una nueva adicción, que cada día nos consume más inconscientemente, porque ¿quién no usa algún aparato electrónico a lo largo del día?
Cada vez más, y desde más pequeños empezamos a usar estos aparatos y dejamos a nuestros hijos con ellos, pensando que no les van a causar ningún problema, porque por dejarlos jugar un poquito qué va a pasar. Pero de lo que no somos conscientes es de que cada vez les dejamos con ellos más y más tiempo, haciendo así que les guste y creando un nuevo hábito. Un nuevo hábito que si se exagera mucho puede llegar a traer problemas, como puede ser la necesidad de saber que pasa en todo momento y no perdernos ningún detalle de lo que suceda.
Ser tecnoadicto no es tanto el hecho de estar en frente de un ordenador, sino el cómo usemos el ordenador y hasta que punto éste puede llegar a sernos vital. Con esto no se quiere decir que no se use el ordenador, sino a que hay que aprender a no depender tanto de la Red, y solo usarlo en lo justo y necesario.
Principalmente esta adicción se da en gente joven, que vive sumergida en esta nube llamada Red. Una nube en la que te enteras de todo lo que ocurra aunque pase a más de 30.000 km. Es muy triste ver que los jóvenes quedan con sus amigos a tomar algo, y en vez de estar charlando animadamente y compartiendo risas están pendientes de un whatsapp, una llamada o de si se ha hecho una publicación en la que aparecen.
En definitiva, que a veces estamos más pendientes de lo que pueda suceder en esta nube, que a lo mejor de lo que le pueda ocurrir a tu compañero de al lado. Esto debería de preocuparnos cada día un poco más, porque el internet no tiene barreras, y de algún modo habrá que pararlo.
En definitiva, que a veces estamos más pendientes de lo que pueda suceder en esta nube, que a lo mejor de lo que le pueda ocurrir a tu compañero de al lado. Esto debería de preocuparnos cada día un poco más, porque el internet no tiene barreras, y de algún modo habrá que pararlo.